Era niño y enfermé
de hambre y de miedo.
Me muerdo las costras
de los labios y las lamo
y aún sé su sabor: frío y salado.
Y camino, camino -camino más y más,
estoy sentado en la escalera, al entrar me caliento;
camino en sueños de fiebre como siguiendo la meoldía
del flautista hasta el río, con las ratas, y me siento
en la escalera y me caliento; y tiemblo de frío.
(Arseni Alexandrovitch Tarkovski)
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